En un proceso de coaching, el Coach invita a su cliente (Coachee) a trazar un puente entre su estado actual y el estado deseado, apoyándose en las competencias y técnicas necesarias para conseguir su objetivo.

El Coaching es un método eficiente para propiciar crecimiento, transformación y desarrollo en una persona. A través de la escucha y de un tipo de conversación transformacional, que se lleva a cabo siguiendo las pautas y las técnicas del coaching, el Coachee expande su habilidad de realizar importantes logros, avanzar en nuevas áreas y obtener de la vida lo que realmente quiere.

El proceso de coaching no es consultoría, ni un asesoramiento psicológico, ni un tipo de terapia. El cliente entra en el proceso con la idea clara de que es la persona responsable de obtener sus propios resultados. Iniciando así un proceso de responsabilidad personal.